Game of Thrones o la Geografía como un arma para la guerra

El pasado 19 de julio se estrenó el primer capítulo de la séptima temporada de Game of Thrones. La historia cuenta con miles de seguidores por todo el mundo, pues es innegable que la narrativa es inteligente y emocionante, los personajes (los muertos y los que aún quedan vivos) siempre contradictorios e impredecibles, entroncados en un universo de complejos entramados de poder, que permanentemente dejan al espectador impaciente por ver qué pasará en el próximo capítulo. 

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Después de un año de espera, este primer capítulo no fue la excepción en sorprendernos ya que la trama se encuentra  todavía en pleno comienzo de una guerra de magnitudes enormes. Y es que si uno pudiese elegir un elemento presente en cada episodio GoT, ese sería el político, puesto que las relaciones entre dominados y dominadores confluyen de manera rica y siempre en distintos niveles escalares, que logran interconectarse orgánicamente y que pueden generar en el espectador perspicaz un sin fin de reflexiones acerca del Estado, la hegemonía y la lucha por el poder.

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Sucede que durante el capítulo de estreno aparecen dos planos particularmente similares: en uno, Cercei Lannister encarga pintar sobre un patio un enorme mapa de Westeros y, mientras ella camina sobre la pintura, discute con su hermano Jamie la estrategia necesaria para mantener el poder de los Siete reinos y abatir al enemigo que le rodea territorialmente. En otro plano, con el cual finaliza el episodio, Daenerys Tragaryan se posiciona frente a un tablero de guerra, dispuesta a enarbolar la estrategia que la lleve a conquistar Westeros.

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Ya decía el geógrafo francés Yves Lacoste que la Geografía no era una simple disciplina escolar encargada de describir la superficie terrestre; para él, en primer lugar, la Geografía sirve para hacer la guerra. En ese sentido, la representación cartográfica del espacio y el conocimiento que se tenga sobre los territorios, son saberes indispensables para enarbolar de manera estratégica el despliegue de un cierto proyecto político: sobre y a través del territorio y de la población a la que se busca ejercer la autoridad estatal.

 

Básicamente lo que los planos previamente descritos corporizan es la construcción de la disputa de diferentes proyectos políticos y cómo es que sus alcances dependerán del uso estratégico de herramientas geo-políticas tales como la Cartografía.

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Referencias:

 

Lacoste Yves, La Geografía, un arma para la guerra, Barcelona, Anagrama, 1977.