By: Sandra Celis

05 de mayo de 2017.- 

La Rosa Blanca, Roberto Gavaldón, México, 1961

La Rosa Blanca es una película de la época de oro del cine mexicano, época cuya singularidad recae sobre todo en dos factores: por un lado, su forma de resaltar tradicionalismos exacerbada y folkloricamente, ya sea que fuesen representados en comedia o drama; y por el otro lado, en contar historias desde un cierto glamour de impronta hollywoodense. que además consagraba a ciertas "estrellas" de la industria, como María Félix, Dolores del Río, Cantinflas, Pedro Infante, etc.

Lo único que posibilitó tan rica industria fue que Estados Unidos y Europa abandonaran el séptimo arte por el arte de la guerra, y que en México un bandido gringo, William Jenkins, monopolizara la exhibición cinematográfica y poco a poco la producción a través del Banco Cinematográfico. Gran amigo de Ávila Camacho, este sujeto tenía entre sus negocios el cine, el cual se convirtió en una industria sumamente rentable y en una herramienta de propaganda que exaltaba patriotismos abstractos y exagerados, y consolidaba la posibilidad de dominar bajo consenso durante la contradicción in adjecto que fue la democracia mexicana que prevaleció 70 años.

Bueno, pues resulta que este señor Jenkins fue quien financió la mayoría del cine de oro. La Rosa Blanca es parte de ese cine, (la colita nomás) que de una u otra forma se realizó gracias a Jenkins. Pero a falta de cine militante mexicano, he de decir que es muy buena referencia para quien quiera conocer las condiciones en las cuales operaban las empresas petroleras gringas y cómo fueron heroicamente expulsadas de la nación, no por la CTM nada más, sino por todo el populacho chingón.

De Roberto Gavaldón, director de Macario y otras joyitas, Rosa Blanca tuvo que esperar once años para ser exhibida a causa de la censura, siendo estrenada hasta 1972.

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